Nos quejamos de las violaciones de privacidad en Internet, pero buena parte de la culpa es nuestra
En más ocasiones de las que a la mayoría nos gustaría, se producen filtraciones masivas de contraseñas que se refieren a algunas de las grandes plataformas de Internet de las que hacemos uso a diario, ya hablemos de lo sucedido con Facebook o Instagram a lo largo de estos últimos meses, entre otras.
Llegados a ese punto, muchos de los usuarios afectados ponen el grito en el cielo echando la culpa a los responsables de esos servicios online, en concreto a los administradores de los sistemas de seguridad encargados de salvaguardar la información y las credenciales de sus usuarios registrados. Ese es un movimiento lógico y de lo más extendido, es decir, echar la culpa a otros de los problemas propios, pero no siempre es algo justo ni real.
Decimos esto debido a que, además de las medidas que las propias empresas responsables de ofrecernos esas plataformas online deberían poner, o mejor dicho, ponen en la mayoría de las ocasiones, también somos nosotros, los propios usuarios, los que deberíamos poner algo de nuestra parte, aunque sea lo mínimo. Pues buen, cuando hablamos de lo mínimo, nos referimos a tener algo más de cuidado en lo que se refiere al sistema de autenticación más habitual aún en estos momentos, como son las contraseñas que usamos al darnos de alta en todo tipo de servicios y plataformas online.
Hasta la fecha han sido innumerables las ocasiones en las que se ha dejado claro que la seguridad de las contraseñas que utilizamos a la hora de darnos de alta en todo tipo de plataformas online, es básico para salvaguardar la integridad de los datos que en estas almacenamos. Pero parece que la gente, en muchos casos, no aprende, sino que luego es más fácil echar la culpa a los propietarios de los sitios web o aplicaciones online afectadas, que mirar un poco cuáles han sido nuestros errores.
Decimos todo esto en base a los datos que recientemente acaba de publicar el Centro Nacional de Seguridad Cibernética o NCSC del Reino Unido, donde ha quedado más que claro que en pleno año 2019, buena parte de los usuarios continúan utilizando contraseñas muy inseguras para el acceso a plataformas y servicios privados. Así, cuando se producen violaciones de seguridad, ya sean masivas o privadas de redes sociales como Facebook, Youtube o Instagram, muchos se echan las manos a la cabeza alegando que cómo empresas de ese nivel pueden permitir ese tipo de errores.
Muchas de las contraseñas usadas en todo el mundo, siguen siendo absurdas
En parte eso es cierto, pero claro, si a todo ello le sumamos que en estos momentos, teniendo en cuenta los datos que se acaban de publicar en el informe de la NCSC, más de 23 millones de cuentas «violadas» recientemente en todo el mundo, usaban como clave de acceso la combinación “123456”, tampoco es de extrañar las cifras que en ocasiones se manejan referentes al número de cuentas que han visto sus credenciales en peligro de ser expuestas.
Pero eso no es todo, sino que según los datos expuestos por el sitio Have I Been Pwned, esta clave de acceso sigue siendo de las más usadas junto a otras tan «responsables» como “111111”, “password”, “qwerty” o “abc123”. Y es que hay que tener en cuenta, por increíble que parezca, que cientos de millones de usuarios siguen protegiendo sus datos personales con estas claves de seguridad, claves que hoy día podrían considerarse como de dominio público.
A todo esto hay que sumarle que en base a este informe, buena parte de los internautas, a la hora de proteger el acceso a esos servicios de Internet que en principio consideran tan importantes, usan contraseñas que contienen su fecha de nacimiento, el nombre de su equipo de fútbol preferido, o su artista favorito. Decir que estos son datos que ya venimos escuchando desde hace años, pero también es cierto que muchos expertos en seguridad pensaban que, con el paso del tiempo y a medida que la era Internet fuese madurando, los internautas serían más conscientes de sus errores, pero parece que la cosa no es así.
Al tiempo que la mencionada NCSC intenta concienciar a los usuarios habituales de Internet de la importancia de sus propias medidas de seguridad, hacen especial hincapié en que el uso de contraseñas difíciles de adivinar, es el primer paso a la hora de salvaguardar nuestros datos. Es más, no solo hay que usar contraseñas complejas, sino que lo recomendable es usar una password de este tipo en cada una de las plataformas que usemos, por muchas que sean.
Llegados a este punto, no es difícil imaginar que el recordar contraseñas complejas para cada uno de los servicios de Internet en los que nos registramos, no es una tarea en absoluto sencilla, pero para eso están los conocidos como gestores de contraseñas. Estas son aplicaciones que almacenan todas nuestras password de manera segura protegidas bajo una misma clave personal, y que se encargan de facilitarnos en gran medida estas tareas relacionadas con la seguridad y la privacidad.
El artículo Nos quejamos de las violaciones de privacidad en Internet, pero buena parte de la culpa es nuestra escrito por David Onieva se publicó en ADSLZone.
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